YENIDEN ASK
CAPITULO 10
Desde que empezó sus vacaciones, Inci no había cumplido con ninguno de sus planes iniciales. La tarde anterior pensó en ponerse a estudiar, pero llegó Murat y la convenció de que debía dejarlo para otro momento y lo más gracioso era que ella lo hizo sin necesitar ningún motivo razonable para ello. Pero aquel día estaba decidida . No se dejaría convencer por el vecino. Cierto que era divertido y que le gustaba charlar con el, pero había cuestiones que no se podían dejar de lado y el estudio era una de ellas.
- Merhaba...- La voz masculina se dejó oír desde el zagüan.
¡Ya estaba allí! Cada día llegaba antes.
- Pero bueno,¿no me dijiste ayer que hoy ibas a trabajar como un loco?- Ella salió dispuesta a echarle si él no se iba.
- Y como un loco he trabajado. Escribía, borraba, escribía, borraba y así todo el tiempo hasta que he tenido que escoger entre darle doce bastonazos al ordenador o venir con mi encantadora chica.
- Pues resulta que voy a pasar la tarde estudiando, así que ya te puedes ir a "bastonear" el ordenador.
El se acercó apoyándose en el velador y alzó las cejas varias veces con un movimiento simpático
- ¡Puedo tomarte la lección si quieres! Y si no te la sabes te daré unos cachetes en tu encantador trasero.
- Muchacho, tienes un problema grave, háztelo mirar por un profesional.
- Ya lo hice, cuando estaba ingresado en el hospital venía un psicólogo a visitarme todas las semanas para ayudarme con mi...ya sabes... Era una eminencia en este tipo de cosas.
-¿Y te ayudó?
-¡Es evidente que no!- Se enfadó provocando que ella tuviera que disimular una risotada.
- Pues si él no te ayudó y era un experto, lo único que yo puedo decirte es que te relajes y ya se arreglará por sí solo.- Puso el libro bajo su brazo y pasó al lado de él, sorteándole para ir al césped, donde se descalzó y se dejó caer sentada sobre una toalla. El la siguió con sus dos inseparables, su bastón y Yeniçeri.- Sabir, Inci, sabir.( Paciencia, Inci, paciencia).
- ¿Que me relaje? Qué fácil es decir que ya se arreglará por sí solo y que tenga paciencia.
- La paciencia es para mí. - Aclaró con una sonrisa sardónica y a continuación comentó más en serio, para que el viera que no se lo tomaba a la ligera:- No tiene tanta importancia,no debes angustiarte por esa insignificancia.
Ya estaba allí aquel tono maternal que tanto odiaba.
- Insignificancia.- Murat demostró que no tenía la menor intención de irse y dejarla sola cuando con dificultad se dejó caer sentado en la hierba.- ¿Te parece que hacer el amor es una insignificancia?
- Desde luego que no. Hacer el amor es muy importante, pero tú no estás enamorado,¿o si?
- No.- El titubeó al no saber donde quería ir a parar su vecina.-¿Qué tiene eso que ver?
-Mucho. Para hacer el amor hay que estar enamorado. Cuando hay amor entre dos personas, en su acto sexual prima el sentimiento. Sin embargo tú te refieres a un simple apareamiento y ahí priman los instintos.-Dijo. No es lo mismo comer o...dormir...que son necesidades básicas, que nutrirse y descansar, que conllevan dentro de sí mucho más.
- Entiendo. Y supongo que una vez que hay sentimientos de por medio hay que casarse y todo eso.-Comentó burlón mientras sus ojos la recorrían cuando ella se dejaba caer tumbada en la toalla.
-No lo veo como algo obligatorio, pero tampoco me parece mal. Cuando hay amor hay un compromiso por ambas partes. Y si hay un compromiso,¿ qué importa si se firman papeles de por medio?
- Hasta que la muerte nos separe,¿ no es demasiado tiempo?
- Depende.- Ella se giró poniéndose en decúbito prono y buscó la mirada de él.-Hay veces que dura cincuenta años y no da rendimiento y hay otras ocasiones en las que dura un año que vale por toda una vida.
Murat entendió que esto último se refería al matrimonio de ella. Había dicho que aunque se casó sin conocerlo, llegó a querer a su marido. Se sintió incómodo y no supo el porqué. El no admitía el matrimonio y no entendía que se pudiera amar a una persona durante toda la vida. Máxime si esa persona llevaba dos décadas bajo tierra.
-Yo no estoy de acuerdo con eso. Toda la vida es mucho tiempo, puede que dos personas se mantengan unidas, pero por hábito, por necesidad o conveniencia o, incluso por desidia de buscar más, pero amor...
- Porque tú solo ves el principio, la pasión, la relación física, el devorarse a besos... Es muy bonito si, pero a lo largo de la vida el amor va cambiando de forma, se transforma en calidez, en compañerismo, en comprensión y sigue siendo amor y por supuesto sigue siendo físico, pero hay más conocimiento del cuerpo del compañero, hay más complicidad, se hace menos a lo loco y más a lo generoso.- Suspiró.-Y ahora quisiera concentrarme en el estudio...-Empezó a abrir el libro y buscar una página en concreto.
Quería concentrarse en el estudio pero no lo iba a hacer, estaba claro, porque él la imitó y se tumbó a su lado en la hierba.
- El matrimonio es una estupidéz y, si me apuras, el amor también. De ahí no me sacas. Fíjate en mi, por ejemplo...Soy completamente libre. Vivo solo y me las apaño bién, no necesito a nadie que me cosa los botones de las camisas , si se me cae uno y no puedo coserlo voy y me compro otra camisa. No necesito a nadie que guise para mi, sé abrir latas bastante dignamente y si no me apetece hacerlo como un restaurante. Si quiero compañía, la busco y si no, me quedo solo. Vivo felíz sin sentir el aliento caliente de una esposa en mi nuca, siempre detrás de uno, pidiendo explicaciones, exigiendo saber dónde se va y qué se ha hecho o qué se va a hacer; llenándote la cabeza de problemas, la criada, que es respondona,la lavadora que se ha estropeado, la nevera que no enfría, la calefacción que no calienta.¡Y los niños! Esos seres monstruosos que van tirando de sus padres por la calle y que de pronto se apalancan delante de una tienda de juguetes y pegan la naríz en el cristal dejándose los mocos, chantajeándoles con armar un escándalo en plena vía pública si no les dan lo que piden.¡Y lo cumplen!...Angelitos...Se tiran al suelo, patalean, chillan, lloran acaparando sobre sus padres la atención de los transeúntes que los miran desdeñosos porque están haciendo sufrir al chiquillo...¡En fin, que casarse es una meméz!
Inci estaba atónita, no tanto por el discurso, que también tenía lo suyo, como por la seguridad con que lo había soltado.
- Respira, chico, respira... Si tus padres hubieran pensado como tú no estarías en el mundo, porque tú también fuiste niño. De todas formas es tu opinión y te vá bien así, muy bién. Pero, yo que tú, no expondría libremente esa opinión delante de una mujer que te guste, porque, andando el tiempo, puede ser que se vuelva en tu contra. No puedes saber lo que te depara el futuro puedes enamorarte y desear todo eso que ahora deploras y desprecias.
-¡Jamás!- Exclamó tajante.
-"Jamás" es más tiempo que "Hasta que la muerte nos separe"-Sonrió benévola.- Y ya que hablamos de tiempo...- señaló el libro.
Murat entendió que quería silencio y lo guardó. Apoyó la cabeza sobre las manos y cerró los ojos dispuesto a echarse una siesta allí mismo. La tarde era preciosa, el sol arrancaba brillos y sombras en el jardín, la brisa corría suave y fresca creando una siseante melodía entre las ramas de los árboles y más allá la cigarras dejaban oír su incansable canto. Todo era apacible, sereno...
Inci supo que se había dormido cuando despertó al lado de Murat y vió sobre sí la intensa mirada de los ojos negros y la sonrisa tibia de su boca.
-¿Me estás haciendo una radiografía?
- Tienes una osamenta estupenda, muy sana.
-¡Buf!¿Qué hora es?No sé cuanto tiempo he dormido...
-Algo más de una hora.-Comento en voz baja.- Estoy pensando que esta es la primera vez que dormimos juntos.
Ella quiso hacer caso omiso del comentario y empezó a ponerse de pie. El la imitó, pero al apoyarse solo en la pierna sana perdió el equilibrio. Inci le vio y se apresuró a cogerle aunque el peso de aquel cuerpo enorme les venció a los dos, haciéndoles caer al suelo. El quedó con medio cuerpo encima de ella. Los rostros muy juntos.
-¿Estás bien? - preguntó Murat paseando su mirada por la cara de ella.
- Si,¿y tu?
¿El? Él estaba en la gloria. Sentía bajo su cuerpo la respiración palpitante de ella, la suavidad de su piel y le envolvía aquel olor a lavanda... Desde que la conocía la lavanda se había convertido en su flor preferida. Pensó que debía apartarse de ella, pero no podía. Estaba tan cerca que veía su reflejo en las pupilas verdes. Podría perderse dentro de aquellos ojos y no aparecer en semanas. Y su boca... Sus labios eran como tentadoras manzanas del jardín de las Hespérides y él se sentía como Heracles, dispuesto a robarlas. Parecía que el tiempo se había detenido entre ellos. Inci respiraba agitadamente, esperando, más que deseando, que él se apartará de ella, pero sin pedirlo. Se sentía extraña, embargada por las emociones e ignorante de adónde quería llegar. Hacia tanto tiempo que nadie la miraba así.... O quizá no, quizá esa no era la realidad, la realidad era que hacía mucho tiempo que a ella no le había estremecido así una mirada. Embargada por la curiosidad, engañada por su propio deseo vio que Murat acercaba sus labios a los de ella y le dejó hacer, aceptando su beso. Sus labios se abrieron al roce de los de él y se dejó invadir por completo. Los párpados cerrados para abrir más el resto de sus sentidos y fue entonces, precisamente entonces cuando fue consciente de lo que estaba haciendo. Apartó su rostro hacia otro lado robándole sus labios.
- No, no... Murat... Esto no puede ser.
El la miraba desolado, le había quitado la miel de los labios cuando ya la creía suya.
-Puede ser si los dos lo deseamos.
- No estoy preparada.
- Claro que sí, mi mediomenopausica Perla.
Ella rompió a reír y él se dio cuenta de que por ahora no había más que hacer. Necesitaba tiempo, y él se lo daría, pero ni en un instante dejaría en su empeño de conquistarla.
Buenooo, se empieza a caldear el ambiente, me gusta cómo ha ido no cambiando, pero si volviendo a la vida el personaje de Murat, me gusta ... es una gran historia. Y deseando saber más!!! Gracias Loli!!!
ResponderEliminarMe Encanta....ya empieza el roce jjjj q ganas de seguir
ResponderEliminarAngeles jj
Empiezan a notar los primeros sintomas.. ya han pasado la fase de conocerse como amigos.. ahora toca sentir el amor y la pasion.. Murat cambiara sus principios antimatrimonio?
ResponderEliminarPasito a pasito.... 🤗🤗🤗
ResponderEliminarDemasiado interesante... esta increíble esta historia.
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