BUSCANDO SU CAMINO
CAPITULO 18
Sühayla había pasado más de quince minutos mirándose en el espejo, diciéndose que podía hacerlo. Podía ir a la fiesta y mirar con absoluta indiferencia al doctor Demir Bahrain, que podía charlar con él y no sentir nada.
¡Mentira!
Había pasado quince minutos mintiéndose descaradamente.
Fué llegar a su lado y sentir que toda ella temblaba de pies a cabeza temiendo quebrarse como un frágil objeto del más fino cristal. El se hallaba escoltado por su sobrina y su prometida, a quien, al verla llegar asida del brazo del doctor Çansu, se le descompuso la expresión de su perfectamente maquillado rostro.
-¡Doctora Hülüsi...!- Exclamó intentando recomponer su sonrisa- Qué sorpresa verla aquí.
- La creo Fräulein Helga, puesto que no me han invitado.
Fué entonces cuando intervino Kerim argumentando que su esposa se había sentido indispuesta y en el último momento la doktora bayan había aceptado acompañarle.
Sila saltó cualquier tipo de protocolo y se acercó a abrazarla con gusto.
- ¡Estás guapísima!- Exclamó. y mostrándose, giró sobre sí misma.-¿Cómo me ves a mi?
Sühayla comentó sonriente que la veía muy bien. Era cierto. Aquel vestido de corte juvenil y alegre estampado que habían elegido unos días antes junto con las sandalias de medio tacón, le daban a la adolescente una imagen de fresca elegancia, muy apropiada para su edad.
"Fräulein Helga" fijó la atención en su prometido. Demir recorría con sus ojos cada centímetro de la doctora, mientras que ella evitaba en cuanto le era posible cruzar la mirada con la de él. La veía tranquila. Debía ser cierto que tenía un novio con el que se iba a prometer en breve. Eso había dicho Demir...¡Mejor! Así no se tenía que preocupar por ella.
Y sin embargo la preocupaba.
Cuando Demir fué a visitarla a Possenhofen le notó algo cambiado, pero no lo tomó en cuenta pensando que el hecho de volver a su país le había "aturcado" sin embargo cuando la llamó a la mañana siguiente de la cena del doctor Çansu, las alarmas empezaron a sonar enloquecidas. Ignoraba qué había pasado, pero algo ocurría y su instinto le decía que la asistente tenía algo que ver en todo ello. Fué por eso que subió en el primer vuelo que encontró con destino a Turquía y se plantó allí a defender como una leona lo que era suyo. No era la primera ni la segunda vez que una mujer se "fijaba" en Demir, era un hombre muy atractivo aparte de inteligente, no era arrolladoramente divertido, pero no lo necesitaba, tenía carisma más que suficiente para encandilar a cualquier mujer y dejar a la altura del betún al tipo más gracioso, aún y con todo, ella nunca tuvo que preocuparse; él no tenía ojos para otra. Sin embargo para ésta los tenía. Dudaba que aquello pasara de lo meramente anecdótico. Si, cierto que la chica se veía mona con aquel vestido rojo y aquella negrísima mata de pelo ondulado y suelto, pero en absoluto podía ser comparada con ella, con su Versacce en blanco y negro y el sofisticado recogido de su cabello rubio.
-Tenía entendido que usted se había ido de vacaciones,-volvía a dirigirse a Sühayla.
-Aún no, en unos ocho o diez días, la fecha no ha sido concretada aún.
La alemana asintió con una sonrisa estudiada.
-Grecia es un país precioso. Nosotros hemos estado allí muchas veces, ¿verdad cariño?- Se aferró al brazo de Demir buscando una respuesta afirmativa- En realidad hemos estado en todas partes; si quisiéramos ir a un sitio nuevo tendríamos que subir a la luna...
Hubo un coro de risas a su alrededor. Sühayla no pasó de una leve sonrisa franca.
- A decir verdad,- intervino entonces Kerim Çansu,- dudo que usted haya estado en la parte de Grecia a la que la doctora Hülüsi va. Lesbos.
-¡Lesbos!..¡Me encanta esa isla! Yo también he estado de vacaciones allí, sus playas son un paraíso para el relax es... increíble, pero si quiere pasarlo bien debe ir a Mikonos...
- Debo aclarar que aunque voy en mis vacaciones o, como en este caso, ahora que estoy sin trabajo,- echó una ojeada rápida al doctor Bahrain,- voy al campo de refugiados, como cooperante de Cruz Roja.
Kerim volvió a meter la puya a Helga.
- Eso es una idea, Helga, ahí tiene un sitio al que seguramente no ha ido y sin necesidad de ser lanzada al espacio.
Las risas fueron más intensas, mortificando a la alemana; aunque como experta en eludir situaciones difíciles, también rió con los demás.
-En esos sitios son necesarios muchos médicos, ¿verdad?-Comentó una mujer una vez se acabaron las risas.
-Hace falta de todo, pero sí, se necesitan médicos y voy como médico pero cuando se necesitan friegaplatos o cuidadora de niños o... portera en un partido de fútbol, también lo hago.
-La doctora no es picajosa, ella va a colaborar sin más.-Kerim Çansu tenía en su voz un tono de sincero afecto por la joven cuando le tomó una mano afectuoso y la apretó.
-¿ Y va usted sola?
Demir dirigió una mirada burlona al embajador alemán considerando que hacía una pregunta absurda.
- No, no voy sola.
La burla se convirtió en una mueca forzada de mantener el tipo. El siempre que iba a colaborar con alguna O.N.G. iba solo. Cierto que había otros que iban con su pareja. ¿Ella se iba con su novio?
Esa simple idea le puso nervioso hasta el punto de alejarse a una de las barras y tras pedirse un raki bebérselo de un trago, sin prestar la menor atención a los músicos que había más allá, interpretando temas populares con los instrumentos típicos turcos, ni a los invitados que bailaban.
Podía decirse que en los hermosos jardines del Sura Hagia Sophia se había reunido la flor y nata de todos los estamentos de Estambul. Políticos, periodistas, escritores, arquitectos, cineastas, actores, músicos, gente relacionada con las ciencias y la investigación y por, supuesto, médicos. En aquel momento a Demir le sobraban todos.
-Ponme otro.- Señaló el vaso vacio de raki al camarero.
Tuvo el tiempo justo de tomárselo antes de que uno de los componentes de la junta hospitalaria se lo llevara para presentarle a alguien. Uno más. Había perdido la cuenta de la gente que le habían presentado esa noche.
Aquel era un tío de su misma estatura, aproximadamente; bien parecido, con el pelo y la barba negros como sus ojos y las facciones angulosas.
-El señor Halil Ibrahim Ceiham. - Le presentaron.
-Doctor,es un honor conocerle.-El otro le tendió la mano.
El la estrechó con seguridad mientras pensaba de qué le sonaba aquel nombre. Rebuscó en su mente y de pronto se acordó. ¡Sila! ¡Era el actor de su sobrina!
-Lo mismo digo y créame que lo digo en serio.-Asintió sonriente.- Mi sobrina es una ferviente seguidora de usted. ¿Me permite que vaya a buscarla para presentársela?
El actor negó.
-Ni mucho menos, le acompañaré encantado adonde esté.- Dijo con un gesto de su mano para que le indicara el camino.
- Me convertirá en su tío favorito para el resto de la vida.-Sonrió echando a andar.- Si ve que le conozco pensará que soy una persona importante.
Demir sonreía gustoso imaginando la sorpresa que se iba a llevar Sila. El señor Ceiham le parecía muy agradable. El no conocía muchos actores, no eran frecuentes en su entorno, pero aquel le caía realmente bien.
Pobre Sila, cuando se acercaron les miró ojiplática, sin saber muy bien qué hacer. Intentó mantener la compostura. No lo consiguió. Aguardó impaciente a que su tío terminara de hablar, aunque apenas le oía.
-¡Soy tu fan número uno!-Dijo con una voz tan aguda que haría aullar a los perros. A continuación salió corriendo y volvió un segundo después tirando de Sühayla.- ¡Y ella la número dos!...
La doctora no entendía la actitúd de Sila, hasta que le vio frente ella. Entonces se le olvidó todo. Estaba tan atractivo con aquel esmoquin de Armani y el pelo peinado hacia atrás, con sus ojos intensamente verdes destacando en la tez morena de su cara, que le era imposible mantener la serenidad. Ya estaba temblando otra vez. Debía recomponerse, se había prometido mostrar la más absoluta indiferencia ante él y costara lo que costara, lo conseguiría. Y le costó. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para apartar sus ojos de él y mirar al otro. Le sonrió con encanto, él le devolvió aquella sonrisa que enamoraba a todas las mujeres que le veían en la telenovela. ¡Qué desperdicio! Unos meses antes se hubiera vuelto más loca que la adolescente que parloteaba a su lado, pero ahora solo le utilizaba para simular que ignoraba al hombre que estaba a su lado, como si ello fuera posible, como si no tuviera todos sus sentidos alerta captando cualquier señal que procediera de Demir.
-... Me encanta Emanet y tú eres único como Yaman, todas las chicas de mi clase adoran a Yaman y a Seher, y a Yusuf, pero odiamos a las serpientes y al sopas, que es Selim. El hermano Ziya también me gusta y Çenger,Adalet; me da pena de Neslihan, mis amigas dicen que es tonta, pero ¿a quién no han engañado alguna vez con el amor?, bueno a mí no, que todavía soy muy joven y no pienso en esas cosas, pero de verdad quiero que Nesli se quede con Firat y Kara con Ibo y que le encuentren novia a Ali, que solo yo he llorado más que él cuando murió Kiraz, la dulce cerecita...
Demir observaba al actor esperando que de un momento a otro diera media vuelta y se fuera. Pero no lo hacía, aguantaba estoico. Si tenía que sufrir a muchas más como su sobrina, aquel hombre tenía el paraíso ganado.
Halil se mostraba satisfecho con su fiel seguidora y estuvo un rato hablando con ella sin contestar ninguna de sus preguntas acerca de los futuros acontecimientos de la telenovela.
-¿Seher y Yaman se besaran algún día? Adoramos a Yusuf pero siempre entra en el momento más inoportuno, cuando están apunto de besarse. Dime que veremos cómo un camión pasa por encima de Ikbal y la deja pegada al asfalto como una etiqueta.
-Bueno, vale ya, Sila.- La cortó Sühayla poniendo las manos sobre sus hombros- Halil ya te ha dicho que hay muchas cosas que él ignora y que las que sabe no las puede contar.- Dirigió su sonrisa y su mirada al actor.- ¿Me permite que abuse de su amabilidad y paciencia?¿Podría hacerle un foto con Sila?
Halil aceptó gustoso, con lo que la jovencita terminó de enloquecer, ya que tendría pruebas visibles, no ya para enseñarle a sus nuevas amigas del colegio, si no para verlas el resto de su vida.
La doctora se volvió hacia Demir, como si en aquel momento recordara su presencia.
-¿Me deja su móvil para hacer las fotos? Es mejor que el mío.-Le pidió Sühayla.
El lo sacó de un bolsillo y se lo entregó. Al hacerlo sus manos se rozaron. Fué como si una corriente eléctrica la sacudiera de piés a cabeza. Apartó la mano de forma involuntaria y el teléfono de última generación del doctor cayó al suelo y rebotó quedando mortalmente herido, abierto en dos y con las tripas fuera. Los dos miraron silenciosos hacia el suelo.El como si no pudiera creer lo que veía y esperase que el teléfono se cerrara solo y volviera a su estado natural. Ella buscando una grieta que se abriera en la tierra y se la tragara haciéndola desaparecer. No sucedió ni lo uno ni lo otro. Se agachó y cogiendo las piezas sueltas con ambas manos se las ofreció.
El médico contenía su ira a duras penas, recordando en todo momento donde estaban.
Aspiró aire dejando que le llegará muy adentro y lo soltó despacito.
-¿Qué quiere que haga con esto?- Parecía muy calmado, pero ambos sabían que no era así. Lo cogió sin dejar de mirarla.
- No sé, guardarlo y disimular. Parece que casi nadie se ha dado cuenta... En fin... haré las fotos con mi móvil, no es tan malo ¿sabe?- Esbozó una mueca que podía parecer una sonrisa.- por supuesto se lo pagaré.
- Por supuesto.- Asintió.
- Seguro que no es tan caro como parece.
- oh, si. Si lo es.
Sila alzó la voz pidiéndole que hiciera la foto ya, así que centró su atención en enfocar y captar con precisión las imágenes de los otros dos antes de alejarse con prisa sin llegar a despedirse siquiera del actor y darle las gracias por su amabilidad.
¡¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?!... ¿Por qué se volvía torpe cuando estaba con él? Siempre pasaba algo... ¡A saber lo que costaba el teléfono de los cojones!
¡Como si le sobrará el dinero...!
Estaba tan enfadada que se plantó frente al primer camarero que pasó obligándole a pararse.
- ¿Qué es esto? - Le preguntó señalando una copa de contenido muy colorido.
- Zumo tropical.
-¿Y algo más consistente?
- Raki.
- Me cuadra. - Cogió un vaso y se lo aventó de un trago mientras sujetaba al camarero con un pellizco en la manga para que no se fuera.- Otro.
Dejó el vaso vacío en la bandeja y cogió otro antes de dejarle ir. Tenía que buscar a Kerim, que se quedará él si quería, ella se iba.
Mustafá la vio pasar y fue hacia ella dispuesto a pedirle que bailará con él.
- Sühayla...¡Estás preciosa!
- ¡¿Y qué?!- Se revolvió rugiendo como una fiera a su compañero.
- ...Y nada... Perdona...
Mustafá se alejó contrariado. Para una vez que había querido ser amable con ella...
¿Dónde coño se había metido Kerim? Ella siguió buscándole entre los invitados, pisando firme sobre los altos tacones de sus sandalias, apretando con fuerza el vaso con raki que tenía en su mano. Vio a un grupo de mujeres y entre ellas estaba Helga, pavoneándose, dándose importancia ante las demás. Dió un trago al vaso y se acercó cuando oyó a la alemana decir con su marcado acento que se sentía orgullosa de apoyar plenamente la carrera del doctorrrr y ser su inspiración. Las otras la escuchaban admiradas.
- No debe ser fácil para usted ser la prometida de un hombre como el doctor Bahrain y tener que compartirlo con su trabajo.
La alemana asintió.
- Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer.- Citó otra.
-¿Detrás?- Intervino Sühayla,-¿Por qué no "a su lado"?
- Ya empezamos con el feminismo.
- Sobre feminismo y machismo podría escribir un tratado, créame,- le dijo con un punto de agresividad a la mujer que estaba junto a ella y que era quien había dicho aquello,- pero no me refiero a eso, me refiero a ir a su lado como pareja. Estar detrás suena a que se le va empujando o que se trabaja desde la sombra. A fin de cuentas un hombre, es un hombre. Ante el mundo puede ser un gigante, pero ante su mujer solo tiene que ser él mismo, con sus virtudes y sus errores. Ser su compañera implica darle lo que nadie le puede dar, ser su descanso,escucharle, comprenderle y recibir lo mismo.-Miro de frente a Helga, la alemana tenía los labios fuertemente apretados.-Usted no apoya a un hombre, usted apoya a un profesional. A un mito.Usted lo ha dicho:"A una carrera".
Tras esto dió media vuelta y se alejó de allí, entregando su vaso casi lleno al primer camarero que pasó.
¡Qué a gusto se había quedado! Al parecer lo único que necesitaba era desahogarse porque de pronto se sentía ligera. Tanto que cuando vio a Sila de nuevo del brazo de su tío, fue hacia ella y la cogió de la mano para llevarla a bailar el Halay que estaba comenzando en la pista de baile.
Se cogieron de la mano uniéndose a la larga hilera de danzantes que se movían en sentido lateral, en una dirección y luego en la otra.
Demir observaba a pié de pista las evoluciones de los danzantes, sonriendo al ver como disfrutaban Sila y Sühayla.
-¿No se anima?- Oyó la voz del doctor Çansu a su espalda.
Se giró levemente para mirarle antes de volver a centrar su atención en el baile.
-Hace mucho que no bailo Halay. Creo que desde que me fui al extranjero al terminar la universidad.
-Entonces ¿qué hace aquí? No pierda la oportunidad.-Le animó.- Vamos.
Aceptó y se apresuró a seguir al grueso doctor, aunque quizá verle bailar desde la distancia podía ser más divertido.
Dicen que hay cosas que nunca se olvidan y es cierto. Le bastó asir la mano de su sobrina y en dos segundos ya se acopló perfectamente al baile. Para su sorpresa Kerim Çansu llevaba el ritmo y la velocidad como cualquier otro sin que le afectara su exceso de peso. Los periodistas gráficos aprovecharon la oportunidad de tomar fotografías de aquel momento en el que el doctor se aflojaba la pajarita y tiraba su chaqueta sin importarle donde caía.
El Halay terminó y tras los aplausos correspondientes comenzó a sonar de nuevo la música. Kerim y Sila comenzaron a bailar a la turca. Sühayla les miró mientras iniciaba su retirada de la pista. Demir se puso ante ella cortándole el camino con su cuerpo. Ella no quería ni mirarle, él en cambio buscaba insistentemente sus ojos. Ella hizo un quiebro intentando esquivarlo, pero con un ágil movimiento él volvió a impedírselo. Se quedó quieta en la pista de baile, mirando hacia todas partes menos hacia él pese a que su cercanía era lo único que podía percibir. Su respiración se intensificó, se hizo más profunda y rápida. Por fin alzó su mirada y se fundió con la de él, que la aguardaba paciente. Demir alzó los brazos en paralelo al suelo, mostrándose como un ave que abría sus alas protectoras y chasqueó sus dedos comenzando a bailar al estilo turco, rodeándola. Se le había presentado una buena ocasión para escapar, pero no lo hizo. Alzó sus brazos como él e hizo rotar sus muñecas al par que movía sus hombros y frente a él, sin esconder el brillo de sus ojos, le siguió en el movimiento circular. Al principio nerviosa, demasiado consciente del atractivo de él con los botones altos de su impecable camisa blanca desabrochados,sintiendo que hasta el aire que respiraba los encendía en llamaradas, pero poco a poco, mientras se dejaba envolver por los movimientos masculinos, su cuerpo se fué soltando y sus nervios se relajaron. Era como si estuvieran solos en la pista. No. Más aún, como si no existiera nadie más. Ella giró sobre si misma, dándole la espalda, su pelo rozó el rostro de él y el aire se llenó de aroma de jazmín. Demir lo aspiró profundamente.¡Cuánto echaba de menos aquel aroma que cegaba sus sentidos a todo menos a ella!
Fuera de su mundo, en la pista los demás seguían bailando, los músicos tocando y algunos espectadores daban palmas. Nadie percibía nada anormal salvo unos ojos intensamente azules que estaban clavados en aquella pareja en particular.
En aquel momento Elsa Berstein lo supo. Supo que le había perdido. Supo que había llegado tarde y que había infravalorado a la doctora. Quizá no debió despedirla y él no se hubiera dado cuenta de que la echaba de menos. Sin hacer nada, aquella pánfila le había quitado a ella, con toda su experiencia, al hombre que amaba. Porque si, le amaba. A su manera, pero le amaba. Sin embargo él jamás ¡jamás! la miró como estaba mirando a Sühayla. Jamás la amó como su mirada estaba amando a Sühayla, porque Demir allí, con aquella danza, fué consciente de que la amaba y hasta qué punto.
La música cesó y ellos se detuvieron, el mundo real se hizo patente en forma de sonidos e imágenes ajenos a ellos. Sühayla volvió a hurtarle la mirada, dejó que sus ojos vagaran confusos sin detenerse en parte alguna. La intensidad de sus emociones la hacia jadear como si a su cuerpo le faltara el aire. Sintió que era incapaz de seguir allí y sin mediar palabra se alejó de él con prisa.
Por desgracia en su huida se topó con Helga, quien seguía aplaudiendo.
-Querida, qué bonito baile, me lo tiene que enseñar.- Le dijo la alemana.
Ella, sin mirarla tampoco asintió y continuó en su búsqueda de la soledad. La encontró en los baños. Abrió el grifo de agua fría y colocó los pulsos de sus muñecas debajo. Tenía que calmarse. Acababa de vivir el sueño más hermoso y el más doloroso despertar.¿Por qué tuvo que acabar la música? Ojalá hubiera podido seguir bailando toda su vida, sintiendo la cálida cercanía del cuerpo de él, quemándose con su aliento, envuelta en sus movimientos y hundida en el verde de su ojos.
De pronto la alertó el sonido de unos tacones que se detuvieron con el tono grave de una voz masculina que reconoció fácilmente.
-¡Helga!...
Se quedó paralizada. La voz femenina, mas cercana y con su característico acento respondió a aquella llamada.
-Querido... voy a retocar mi maquillaje,¿o es que ya nos vamos?
La voz de Demir alcanzó a la de Helga
- Debo llevar a Sila a casa.-Dijo.-Es tarde y está cansada.Tu puedes irte en un taxi. Después me reuniré contigo en tu hotel.
Nadie entró al baño. Sühayla siguió sola, sintiendo que las lágrimas manaban ardientes como lava volcánica quemando su rostro impávido.
¡Con que pocas palabras se mataba un sueño!
Bravoooo 👏👏👏, me tienes nerviosa con ésta pareja , deseando como siempre el siguiente capítulo 😍😍😘😘
ResponderEliminar👏👏👏👏 Genial!!! Esperando ansiosa la continuación!!! Me he quedado con ganas de más...😍😍😘😘😘
ResponderEliminarUfsss ufss que pasa después.
ResponderEliminarAhhhh no me lo puedo creer, suhayla conoció a Halil!! Que envidia!! Cada día me gusta más, y me tienes más y más atrapada con la historia..ahora a comerme los codos ya para saber la continuación!!! Bravo. Y gracias . 👏👏👏👏👏
ResponderEliminarEl amor se palpa.... seran capaces de vivirlo y no resistirse?? Nerviosita perdida esperando el siguiente capitulo.
ResponderEliminarMe chifla que te digo, me he reído como siempre, sorprendido...Halil! Y emocionado ..jamás la amó como su mirada estaba amando a Suhayla...genial...😍😍🌬💋💋💋
ResponderEliminarPerfectooooo!!!!! Y Halil en escena jajajaa me encanta!!!
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