BUSCANDO SU CAMINO
CAPITULO 5°
Estaban en el aeropuerto. Unos frente a otros. Adultos contra niños. La azafata los dejó allí y ya. Ni los niños corrieron a abrazar al tío ni viceversa.
-¿Son ellos? -Preguntó Sühayla dispuesta a reclamar el error a la azafata.
-Si, creo que si.- Fué la respuesta del doctor.
-¿Cree?
Estaba seguro. Hacía mucho que no les veía, de hecho a la pequeña solo la conocía por las fotografías que su hermana le mandaba de vez en cuando. Como fuera, eran sus sobrinos. Se aproximó a con paso firme y un esbozo de sonrisa en el rostro.
-Espero que hayais tenido buén viaje.-Dijo a modo e bienvenida.
Los otros contestaron asintiendo secamente con la cabeza y él volvió a preguntarse qué iba a hacer con ellos durante aquellos meses.
Sühayla les observó con interés. El doctor no le había contado mucho de ellos.
Se acercó con una amable sonrisa en los labios dispuesta a darles un recibimiento adecuado.
-Bienvenidos a Estambul.
Recibió una respuesta más o menos parecida a la del tío, pero no dejó de sonreir con encanto pese a la hostilidad que notaba en los dos mayores. La chica era alta, algo rechoncha y tenía una cara muy bonita, que lo sería aún más si suavizara la expresión acre que mantenía.
- Ella es Sila, la mayor.- La presentó su tío con voz átona.- Tiene catorce años...
-¡Tengo quince!- Le rectificó ella huraña.
- Si... eso es.- Pero no lo dijo muy convencido.- Demir tiene...doce o trece.
-Tengo trece. -Le dijo malhumorado.-¿ Es que no sabes ni la edad que tenemos?
- Bastante que se ha acordado de nuestro nombre.-Intervino de nuevo Sila chorreando ironía o quizá...¿desden?
El tío no dijo nada, aunque Sühayla pensó que hubiera sido un buén momento para demostrar que se equivocaban comentando algo que recordara de ellos, de cuando eran más pequeños o...¿ella qué sabía?
-Y ella es Melek,¿verdad?- Se inclinó para hacerle una caricia. La pequeña eludió su contacto y se abrazó al cuello de su hermana con un gemido.- Vaya... parece que no le caigo muy bién.
-No le gustan los extraños y hecha en falta a mi madre.-Dijo Sila lanzando una dura mirada a su tío.- Ella está en Ankara.
- Ha encontrado un trabajo allí y para que no estorbemos mientras hace el traslado nos ha dejado aparcados con el doctor.
- ¿El...doctor?- A Sühayla le extrañó que Demir sobrino usara ese apelativo para referirse a su tío.
-El hermano de mi madre.-Aclaró Sila y no lo mejoró.Aunque a Bahrain no le pareció importarle mucho.
No había que ser un gran observador para percibir el encono de los sobrinos mayores hacia el tío, sobretodo la acidéz de Sila.
- Vuestra madre es una mujer muy valiente. No es fácil para nadie empezar una nueva vida, por suerte puede contar con su hermano y con la comprensión y la colaboración de sus hijos, que saben que todo es pasajero.
Esperó algún hachazo por parte de Sila, pero para su sorpresa, no lo hubo, tampoco fué que recibiera una sonrisa, pero algo era algo. Al parecer les había desarmado.
Después de esto el doctor indicó que debían ir al coche y todos salieron del aeropuerto mientras la asistente ayudaba al muchacho que transportaba el equiaje.
A los niños les gustó la casa, sobretodo a Demir, que se entusiasmó con la piscina que había en el jardín trasero.
-Si no sabes nadar...-Le gruñó su hermana.
-¡Tú tampoco!
-No es profunda y siempre podeis aprender.
-¡Ella no aprenderá nunca, ni siquiera se bañará porque está muy gorda para ponerse un traje de baño!- Se burló Demir de su hermana mayor.
-Oye, muchachito,- la doctora se cruzó de brazos y esbozó una sonrisa maliciosa dedicada al niño.-No creeras de verdad que una bobadita así va a detener a una mujer para lograr lo que desee... porque si es así, te queda mucho que aprender.-Miró a Sila y le guiñó un ojo con picardía y por fin consiguió de ella una leve sonrisa que podía indicar una cierta comodidád. Desde que habían llegado la adolescente parecía estar sentada en una silla de clavos.- Y hablando de aprender, mañan iremos al colegio Santa Sofía, donde os inscribiremos para que acabeis el curso.
Obviamente esa idea no gustó a ninguno de ella y ahora fué su turno de estar en la silla de clavos, porque, según dijeron, ella no tenía ningún derecho a hacer algo parecido, ni aunque se lo hubiera dicho el "hermano de su madre".
Tenía que poner orden, porque el doctor se hallaba desaparecido en algún profundo rincón de la casa.
-Mientras vuestra madre no esté quien manda en todo lo que se relaciona con vosotros es su hermano, y además, me consta que ellos dos lo han hablado y ella ha estado más que conforme en lo del colegio.- Afirmó a sabiendas de que así era pues el doctor lo había comentado en el coche mientras iban hacia el aeropuerto. - Como decía iremos mañana a hacer la inscripción, pero estareis un par de días aclimatandoos a Estambul, vuestrotío no empieza a trabajar en el hospital hasta el lunes, así que bién podemos poner esa fecha como inicio para todos.
Aquella noche cuando volvió a casa podía decir que había hecho tres nuevos amigos, pero seria una mentira tan grande como la Mezquita Azul.
-Parece que ya no estás tan ilusionada con ese "doctor Maravilla"- bromeó su madre mientras servía la cena.
-Con el doctor Maravilla si, pero me pregunto a qué ha renunciado para llegar a serlo y si realmente vale la pena.-Miró a Azra.- Nunca tendré sobrinos, pero si los tuviera, mi mayor alegría sería quererlos y jugar con ellos y estar a su lado. Mi mayor orgullo, que me llamaran Teize, que confiaran en mí mas que en su madre, en el sentido de que a mi me contarían secretos que no se atreverían a contarle a ella.
-Ah, Kuzum, cómo me gustaría haberte dado muchos hermanos y hermanas...
-Lo sé anne, pero créeme, mis padres me han querido tanto que no he sentido la ausencia del amor de mis hermanos.
Poco después llegó Azat tras asearse conveientemente para sentarse a la mesa.
-¿Qué tal te ha ido el día kizim?
-O kadar iyi degil baba,(no muy bién, papá). Estoy en una labor inferior a la que merezco y , además, esos niños me dan mucha pena. Imagínate que su padre les ha abandonado por irse con otra mujer, su madre ha encontrado trabajo en la capital y durante el traslado,para poder hacerlo tranquilamente, ha dejado a sus hijos con un tío al que no conocen....Bueno, la hija mayor si debe conocerle, porque le odia. No quiero decir que él sea odioso, pero ahí hay algo...no sé. Se dirigen a él como "doctor" y le mencionan como "el hermano de mi madre".En cierto modo es normal, porque como persona es un tanque de hielo. Es distante...-comentó pensativa, con la mirada perdida en algun punto del comedor,- como si lo único que realmente importara fuera su profesión y lo demás resultara superfluo.
-Si es eso lo que quiere...
-Entonces nunca llegaré a ser una doctora famosa. Hay montones de cosas a las que nunca renunciaré.
-¿Ves, Azra? Siempre te lo he dicho, Nuestra hija es una mujer de éxito.
Sühayla se ruborizó de felicidad ante la mirada amorosa de sus padres.
- Incim,- sonrió Azra,-¿sabes que hoy me he cruzado con Onur Tekin y me ha preguntado por ti y me llama Azra anne. El te quiere tanto...y es muy...
Su felicidad desapareció.
-¡Baba...!- Miró a su padre pidiendo ayuda.
-Azra, tu hija no quiere a ese muchacho por mucho que ese muchacho la quiera. Déjala tranquila y no alientes a insistir al chico.
-Yo sé que sus ojos...
-No es por sus ojos, anne, es que hemos crecido juntos y no le veo como mi esposo, no le quiero, no así. Además, es un bruto que todo lo quiere arreglar a golpes. No permite que ningún otro se me acerque.
-¿Es que te interesa algún otro?
Azra no daba puntada sin hilo, si su hija elegía a algún muchacho ya se encargaría ella de moverse por ahí para conseguirlo.
-No.
-Azra, déjala, no la agobies...
-¿Que no la agobie? Va a cumplir ventiséis años, es mayor... Solo la pretende Onur Tekin y no le quiere.-Se lamentó su madre a su padre.-Mira a mi Kuzum, es bonita, es muy inteligente, es alegre, somos egoistas si la tenemos solo para nosotros, Hazat, yo quiero nietos y sé que tu también.
-Pero ella no.
-Ah, cuando el otro día vino tan emocionada hablando de ese doctor Bahrain, me hice ilusiones...., pero ya se ha desinflado y ya no es tan maravilloso... Se quedará sola...mi estrella brillante se irá apagando en la soledad.
Padre e hija se miraron.
- A ver si esto no es para deprimir a la persona más alegre...-Se quejó Sühayla.-Lo has conseguido una noche más, anne, me voy a la cama.
"Mañana será otro día" Se dijo animosa mientras se metía en la cama y se disponía a leer un rato antes de dormir.
Te lo digo siempre deseando que nos des más 😘😘
ResponderEliminarEs super entretenido.. a ver qué pasa con estos dos....jajajja sigue así guapa!!!
ResponderEliminarTu lectura enganchaaaa!!! 😍
ResponderEliminarTus lecturas enganchann!!!
ResponderEliminarEl Aloe
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