EL DESTINO EN LA CARRETERA
CAPITULO 15 Era como si de repente hubiera desaparecido todo su cansancio. Al llegar al refugio le prestaron unas botas cuatro números más grandes que las que ella usaba, con las punteras rellenas de algodón para que el pie no se moviera demasiado caminaba como un pato, pero tenía los pies secos y el ánimo renovado. Se sentía empoderada cada vez que notaba sobre si la mirada cálida de Rodrigo, intentaba fingir que no se daba cuenta y se concentraba en preguntar a sus compañeros de ruta todo lo que ignoraba y quería aprender. Cuando pararon a comer se las arregló para sentarse en un peñasco junto a Eloísa y llevar una charla en principio fútil hasta el punto de hacerle ver lo erróneo de su comportamiento con Millán. Como había supuesto con anterioridad, la cuñada de Isa estaba enamorada del menor de los Villanueva desde los tiempos de colegio. No quiso banalizar los sentimientos de la muchacha recordando lo mal que le había ido a ella misma con un amor temprano